jueves, 13 de mayo de 2010

¿Es el gasto público el causante de la mala situación económica?

Estamos ante la consolidación de una gran mentira, el gasto público es el principal responsable de la mala situación actual en que se encuentra la economía. Todos los esfuerzos y medidas van encaminadas a frenar un "excesivo" gasto público, y mientras los verdaderos causantes de esta situación permanecen impunes y se enorgullecen de su capacidad para desviar la atención. Los banqueros, los especuladores, etc ven desde sus despachos como sus intereses no solo no han sufrido como consecuencia de la crisis, sino que salen fortalecidos. Mientras el pilar de nuestro sistema, el estado del bienestar, es bombardeado con medidas cuya única finalidad es reducir el déficit y contentar al FMI, BCE, etc, organismos de marcados tintes liberales.

Este argumento flaquea al comprobar que los paises con una situación más delicada (Grecia, Portugal y España) tienen el gasto público más bajo de la Europa de los 15 lo que da lugar a un Estado de Bienestar poco desarrollado. Esta afirmación contradice lo que se nos ha vendido desde el poder, seguramente para que nadie reclamará mejoras pues estás precisan de una subida de impuestos, sobre todo a las clases poderodas. La presión fiscal es bajísima (entre un 20 y un 25 %) lo que hace difícil poder satisfacer la deuda pública y la progresividad es casi nula lo que se traduce en una amplia desigualdad social marcada por el bajo poder adquisitivo de las clases populares. Esto provocó que los ciudadanos tuvieran que refugiarse en el crédito, lo que a la larga daría lugar al colapso del sistema, al no poder satisfacer estos créditos.

El profesor Vicenc Navarro apunta a que la causa de que el estado del bienestar esté subdesarrolado en estos paises, es el predominio de las clases consevadoras tras la segunda Guerra Mundia.

En España concretamente la dictadura nos sumió en un atraso económico (y social) sin parangón sobre todo hasta mediado de los años 50 cuando se dio por terminada la Autarquía. Pero la democracia, aunque indudablemente ha mejorado nuestro nivel de vida, no ha logrado corregir del todo este problema. Si bien es cierto que los gobiernos socialistas han contribuido a mejorar esta situación, no se han atrevido a asumir (por complejos o temores) una política de subida de impuestos recuperando la progresividad fiscal (el dinero no está siempre mejor en manos de los ciudadanos que del Estado) y a darle un papel un papel importe al sector público.

En Andalucía la situación ha sido más grave pues durante la dictadura se nos dió el papel de zona suministradora (de las productoras) y se nos relegó a un segundo plano en el campo de las inversiones. En la actualidad Andalucía sigue recibiendo menos dinero del que nos corresponde (en contra de lo que se piensa) y esto afecta directamente al sector público y al estado del bienestar.

En definitiva, esta crisis ha sido provocada por el descontrol de los mercados financiero en el sistema capitalista y en vez de corregir esta situación y plantearnos la posibilidad de un nuevo sistema distinto al capitalista, volvemos a la etapa anterior denigrando al sector público en favor del privado. Sector público al que todos acudieron cuando les afectó la crisis.